¿Por qué sufrimos? ¿ Cómo
liberarnos del sufrimiento? Resolver
estas cuestiones es lo que ha llevado a los humanos a desarrollar infinidad
de teorías filosóficas , piscológicas, etc, sobre todo en los
últimos años. Muchas de estas teorías
nos explican que nuestro sufrimiento proviene de traumas ocurridos en la
infancia y de los que no somos conscientes,
otras dicen que son nuestros sistemas de creencias equivocados, otras que es nuestro miedo a la muerte, o el
trauma del nacimiento. Hay
explicaciones más orientalistas que nos
hablan de bloqueos energéticos, nos hablan de chakras bloqueados, otras tendencias más new age que nos remontan a vidas
anteriores para buscar el origen de nuestros traumas.
Si cada sistema de pensamiento
tiene su explicación del porqué del sufrimiento, indudablemente también tiene
su manera de tratarlo. Algunos te proponen
terapias de muchos años de duración,
otras te animan a realizar cursos de un fin de semana donde te prometen
la sanación de tus traumas. Algunas
terapias se centran en el cuerpo y en sus sìntomas, otras en lo que ocurre en tu mente. Algunas se hacen en quietud , otras en movimiento. Algunas callados, otras gritando...Uffff. La verdad, esto puede causarnos una gran
incertidumbre, porque ante tanta variedad de información y
oportundiades, ¿ qué elegimos? ¿ qué será lo mejor para nosotros?
A mi me ayudó mucho a entender
todo esto el perspectivismo. Fue un concepto creado por Leibniz y
desarrollado después por Nietzsche. Sostiene que toda percepción o ideas, tienen
lugar desde una perspectiva particular ( punto de vista cognitivo). Por ejemplo,
imaginemos que tenemos un cubo con caras de distintos colores.
Si colocamos el cubo delante de
nosotros, de tal forma que solo veamos una cara, diríamos que el cubo es de ese color, en
nuestra ignorancia de imaginar que el cubo podría tener otros colores. Es decir,
es la perspectiva desde la que miramos,
la que nos lleva a pensar que las cosas son de una determinada
manera. En realidad, esta es la manera que la mente ve el
mundo. Siempre da interpretaciones
relativas sobre todo lo que percibe. La
"verdad", entonces, se formaliza como una totalidad creada por la
integración de diferentes puntos de vista.
El problema es que esos diferentes puntos de vista, así como en el cubo son 6, en otros asuntos de la vida, pueden ser muchos más y probablemente no los
alcanzaremos a conocer todos.
Esto es lo que ocurre con las explicaciones sobre el sufrimiento
humano. Que todas tienen su parte de
verdad pero ninguna aisladamente lo puede explicar todo. Ooooh. ¡Vaya!
Pero no vamos a desanimarnos, y
sigamos investigando.
Si miramos bien, podremos darnos cuenta de que todas las psicologías, filosofías , religiones, tienen
un denominador común : la
conciencia. Todas ellas nos animan a
estar atentos, a poner más y más conciencia para conocernos mejor. Y en ese conocernos mejor encontraremos la
llave que nos abra las puertas de la liberación. Esto ya lo decía Sócrates con su célebre frase: " Conócete a ti mismo". O como decía Galileo Galilei: " La mejor sabiduría que existe es conocerse a sí mismo"
Hemos de estar atentos, para comprender porqué sufrimos. En ese investigar, nos daremos cuenta que la
mayor parte de nuestro malestar proviene de la interpretación que damos a los
sucesos que nos pasan en la vida cotidiana.
Hay un suceso, diríamos primario ( p.ej.
una mala palabra de nuestro jefe,
una enfermedad...). Después de
este suceso se da el “sufrimiento secundario” que son todos aquellos
pensamientos con sus correspondientes emociones asociadas, que son reacción al
suceso primario. A veces el suceso
primario puede ser una enfermedad , una muerte de un familiar,etc, pero la mayor parte de ese sufrimiento
secundario es provocado por
acontecimientos poco relevantes. Incluso
un suceso primario importante también puede ser vivido con mayor o menor grado
de sufrimiento secundario, que es el que
nos produce el sufrimiento verdadero.
Pero también hay un sufrimiento o malestar no provocado por ninguna circunstancia externa. Cuantas personas sienten que aunque no hay en sus vidas ningún problema por el cual encontrarse insatisfechos, notan que algo en sus vidas no funciona, que puede manifestarse en una sensación de vacío, insatisfacción, ansiedad, tristeza... Buda declaró en su primera noble verdad: Toda existencia es sufrimiento ( dukkha). Dukkha es la traducción convencional, pero sería más adecuado traducirlo como "insatisfacción dominante". Hay como una especie de sentimiento original de unidad que persiste en nuestra psique como un impulso que se dirige hacia lo que la persona anhela en la vida adulta. Intentamos re-crear ese sentimiento original de perfección infantil. Para aplacar esta sed, este deseo nos recreamos con satisfacciones externas como la comida, el sexo, el éxito profesional, las relaciones amorosas, etc. Pero nos vamos dando cuenta que ninguna de ellas consigue aportarnos la plenitud anhelada.
Pero también hay un sufrimiento o malestar no provocado por ninguna circunstancia externa. Cuantas personas sienten que aunque no hay en sus vidas ningún problema por el cual encontrarse insatisfechos, notan que algo en sus vidas no funciona, que puede manifestarse en una sensación de vacío, insatisfacción, ansiedad, tristeza... Buda declaró en su primera noble verdad: Toda existencia es sufrimiento ( dukkha). Dukkha es la traducción convencional, pero sería más adecuado traducirlo como "insatisfacción dominante". Hay como una especie de sentimiento original de unidad que persiste en nuestra psique como un impulso que se dirige hacia lo que la persona anhela en la vida adulta. Intentamos re-crear ese sentimiento original de perfección infantil. Para aplacar esta sed, este deseo nos recreamos con satisfacciones externas como la comida, el sexo, el éxito profesional, las relaciones amorosas, etc. Pero nos vamos dando cuenta que ninguna de ellas consigue aportarnos la plenitud anhelada.
Por eso en el camino hacia la liberación, por un lado necesitamos estar muy atentos para ir soltando las ilusiones, para ir tomando conciencia del falso mundo creado por el pensamiento. Un proceso de ir haciendo consciente todo aquello que permanece en nuestra inconsciencia y nos provoca dolor y sufrimiento. Pero la sed de plenitud, la sed de Ser, no se aplacará únicamente resolviendo nuestros problemas psicológicos. Si que ayudará a que nuestra mente se vaya silenciando y eso vaya creando un espacio que nos haga contactar con lo que realmente somos.
Conocernos a nosotros mismo requiere paciencia , determinación y valentía. Los problemas hasta que no son vistos y comprendidos no nos dejan en paz. Por eso son tan malas las distracciones. La mayoría de las personas no estamos dispuestas a mirar de frente nuestras emociones, o pensamientos sean del tipo que sean. Huimos de nuestras emociones negativas como de la peste, por eso nos persiguen toda la vida. Y no hay época mejor que la vivimos para encontrar cualquier tipo de distracción. Con los ordenadores, los móviles y las redes sociales, ya no podemos estar solos.
Vamos a explicarlo con una metáfora:
Nos encontramos en un cuarto oscuro lleno
de bichos que quieren molestarnos. Estos bichos son como los pensamientos y las
emociones. Solo disponemos de una
linterna. Esta linterna desprende muy
poca luz por lo cual solo podemos
esquivar aquellos bichos que nuestra tenue luz nos permite ver. Por eso, todavía hay muchos que consiguen
llegar a nosotros. La solución a nuestro problema sería disponer de mucha luz porque de esta manera
podríamos esquivarlos y así no nos picarían .
Además si pudiésemos estar un tiempo y conseguir que no nos
picasen, al final se cansarían y ya no
vendrían a molestarnos. Pero como nos
resulta tan molesto aguantar esas picaduras,
para evitarlas nos ponemos a dar saltos , a correr por la habitación, a
movernos, con tal de evitar el
dolor. Estas soluciones no nos sirven de
mucho. Solo durante un breve período de
tiempo. Porque cuando nos tenemos que
parar porque nos cansamos o nos enfermamos, por ejemplo, los bichos vuelven a acribillarnos. Si pudiéramos pararnos un poco, y aguantar un
poco el dolor, podríamos arreglar
nuestra linterna para que nos diese una luz más potente y resolver nuestro
problema de raíz. En algunas de estas paradas
para arreglar la luz, conseguimos que la linterna alumbre bastante
mas, otras que estamos muy nerviosos o cansados no conseguimos gran cosa. Pero ya hemos comprendido que no tenemos otra salida, con lo cual
seguimos. Además, cada vez que la linterna
puede darnos una visión más amplia y más clara,
el sufrimiento va aminorando, pues ya son menos bichitos los que llegan a nostros. Eso nos da fuerzas para seguir adelante y esperanza porque sabemos que llegará
un día en que la luz será tan potente que nada ni nadie podrá molestarnos.