martes, 26 de mayo de 2015

Alegría sin motivo

Hace poco estuve en un retiro de Silencio dirigido por Consuelo Martín.  Fueron dos días , pero la experiencia de Silencio fue más profunda que en otras ocasiones.  Hubo muy poco pensamiento, y de repente, todas las cavilaciones en las que andaba inmersa los días anteriores, desaparecieron.  A la vuelta, hubieron unos días en que esa presencia que se había apoderado de mí, estaba muy viva.  Los problemas que habían estado antes de marcharme estaban ahí,  pero no me preocupaban, y  la vida seguía su camino, encontrándome  con una sensación muy clara de que la Vida me llevaba de la mano, y yo no tenía que hacer mucho, simplemente dejarme llevar,  confiar.

En estos días  me daba cuenta de lo que significa esa Alegría y esa Paz, auténticas, sin motivo.  Porque las circunstancias externas seguían siendo las mismas, pero yo ya no estaba volcada en el mundo exterior. ¡ Y qué sabor tan diferente tiene esa Alegría, que emana de nuestro SER!  Pensaba entonces en lo arraigada que está nuestra idea de creer que la alegría proviene de lo que nos pasa fuera.  Y de cómo al depender de esas circunstancias externas,  nuestra vida se convierte en una montaña rusa emocional , donde el sufrimiento está muy presente.   Pero no solo eso, sino que la alegría que provoca lo de fuera se queda en nada, comparada con la que brota de nuestro interior.  ¡Cuantos errores caerían, solo comprendiendo esto!  Pero no basta con que lo sepamos , o lo leamos en un libro, sino que debemos experimentarlo , aunque sea brevemente.  Entonces, nuestra vida podría ser tan distinta…


También venía reflexionando en todas aquellas ocasiones en las que me sentía triste, o con sensación de que me faltaba algo.   Siempre había asociado estas emociones con la necesidad de cambiar o de adquirir algo externo, más cariño, un mejor trabajo, otra pareja, más amigos,…¡ Pero qué confundida estaba y qué claro lo veo ahora!   Nada , nada de lo exterior es comparable con el tesoro que todos llevamos dentro.  Entonces,  ¿para que seguir entretenidos en conseguir algo de fuera?  Comencemos a abrirnos a esa Alegría que somos, y a esa Paz, que son nuestra verdadera naturaleza.  ¿hay algo que merezca más la pena?