lunes, 18 de diciembre de 2017

¿ Qué estamos buscando?

La mente se encuentra siempre en una perpetua búsqueda de algo mejor.  Es por eso que siempre nos encontramos que hay algo que arreglar en nuestra vida, o algo que conseguir o alcanzar.  Un novio,  un mejor trabajo,  una nueva cocina,  el último Smartphone… o una nueva experiencia,  viaje, distracción.  O quizá sea mejorar algo de nuestra personalidad porque no nos creemos lo suficientemente buenos.  Y cuando uno se convierte en un buscador espiritual la misma inercia que tiene la mente de encontrar algo,  convierte la búsqueda espiritual  en una lucha o intento por alcanzar algo que se cree que va a ser mejor o incluso la iluminación.  Y entonces nos convertimos en ávidos buscadores que leen incansablemente muchos libros,  asisten a muchos cursos, retiros, o meditan muchas horas al día creyendo que esa es la manera de iluminarse.  Todo esto es así e inevitable,  porque las inercias y hábitos de la mente adquiridos a lo largo de tantos años, no van a desaparecer de un día para otro. Pero hay que poner Luz a esta dinámica que al final  es la que no nos permite  descubrir el Ser que somos.  Para ello nos puede ayudar sentarnos en silencio y meditar.  ¿ Y qué es meditar?   Pues meditar es donde vamos a familiarizarnos con una nueva manera de mirar y de ser.  Porque es en esos momentos donde podemos observar cómo funciona nuestra mente, y donde gracias a ese darnos cuenta,  podemos abrir un espacio para relajarnos y Ser.  Ya no será el momento de pretender cambiar nada, sino de simplemente observar, sin juicio lo que ocurra en nuestro campo de consciencia.  Si pasan pensamientos, o emociones,  no intentaremos cambiar esa experiencia.  Todo lo abrazaremos con tranquilidad porque ese espacio consciencial que todo lo acoge  no puede verse afectado por nada, por muy duro que sea o muy negativo.  Abrirnos a ese espacio permite que se ponga  Luz a todos aquellos pensamientos y emociones inconscientes que llevan tanto tiempo haciéndonos sufrir y lastimando nuestro cuerpo.  Y esa es la verdadera sanación,  darnos cuenta,  poner Luz,  y no intentar cambiar nada.