miércoles, 4 de octubre de 2017

El fracaso total de la mente

Estos días viviendo aquí en Cataluña y con la tormenta que se está desplegando  fuera, paralelamente  se produce una  tormenta interna igual de poderosa.  Es inevitable no ser indiferente ante los hechos que están ocurriendo.  Los sentimientos son variados,  preocupación, tristeza, rabia, miedo, impotencia, etc.  Cada cual, y dependiendo de su postura ideológica, de su sentir, de su historia personal, de su lugar de nacimiento, añadidas a estas emociones se generará un discurso mental diferente en cada caso.  A mí me apetecía escribir sobre lo que vivo estos días y lo que una es capaz de ver sobre una misma.  Porque no hay nada mejor que un revulsivo externo potente  para que nos coloque  de frente  con las sombras que tod@s llevamos dentro.  

Aparte de todos los sentimientos y emociones que ha generado esta situación,  he encontrado a mi mente muy interesada en comprender, en intentar encontrar alguna explicación coherente que me aliviase la ansiedad , encontrar puentes que resolviesen la división interna que todo esto me produce.    Porque no puedo entender cómo se puede llegar a un conflicto de estas dimensiones y porque lo mire por donde lo mire, desde una posición u otra , no puedo encontrar aquella que me haga sentir tranquila.  No entiendo porqué no se deja la libertad de expresión de un pueblo y su autodeterminación, y se tenga que llegar a la violencia para impedirlo,  pero tampoco llego a entender los motivos que han llevado a querer separarse.  Es así.  Son las inquietudes de mi mente.  Así que en un momento de colapso mental,  con la mente a mil revoluciones , intentando entender algo de lo que está pasando, intentando encontrar una idea, una opinión, un posicionamiento que me tranquilizase,  no he podido encontrar ninguno.  Y entonces, me he rendido.  Y como siempre en esa rendición se desvela el Silencio,  que estaba un poco amagado ante tanta agitación.  Y él me da la respuesta.  Y esa respuesta es:  descansa en el No saber pues es ahí en el único lugar que encuentras la Paz que estás buscando.   Y la pobre mente se ha vuelto a quedar en jaque porque nunca sabe nada de nada.  

Así que no veo otra solución ante el conflicto..  Porque la mente nunca nos dará esa tranquilidad anhelada.  La Paz no la puede fabricar la mente con sus ideas.  La Paz es lo que somos.   Todas las acciones que se realicen no deberían venir  de un ego,  y menos de un ego herido o resentido,   sino desde esa Paz y Amor que somos,   pues desde ahí no hay acciones equivocadas.  Así que la vida nos vuelve a plantear un nuevo reto para que no nos olvidemos de donde reside lo Real.  Y no parará hasta que lo hayamos descubierto.