lunes, 30 de septiembre de 2019

Inteligencia más allá de la inteligencia



El ego solo es un cúmulo de pensamientos.  En sí mismo no es malo.  Los pensamientos son útiles para ayudarnos a resolver los asuntos de la vida diaria.  Si tengo que preparar una comida,  nuestra mente recopila una serie de memorias adquiridas y esos pensamientos se materializan en una acción determinada,  en este caso,  preparar una comida. El problema deriva de identificarse con él y creer que es nuestro amo.

Pero hay una Inteligencia en mayúsculas que está más allá de la inteligencia en minúsculas, más allá de los pensamientos .  Esa Inteligencia es la que tiene la capacidad de darse cuenta de las cosas.  Aquella que sabe sin saber. Que percibe sin interpretar.  Que comprende sin pensar.  Es nuestra consciencia y no está tocada por las elucubraciones mentales.  Es la parte de nuestra mente (entendida como consciencia no como ego) que percibe correctamente, la mentalidad recta que escucha al Espíritu Santo y que ve el mundo a través de su visión .  Es pura y cristalina.   La verdadera sabiduría emana de esta Fuente.

La inteligencia en minúsculas es nada mas que una habilidad , una función,  una herramienta de la gran Inteligencia.  Esta pequeña inteligencia solo es capaz de manejar aquellos datos que la gran Inteligencia  es consciente. Tiene capacidad de rememorar nuestras memorias, analizar, sintetizar datos, comparar, sacar conclusiones.   El  "pecado" que hemos cometido es dotarle a esta pequeña inteligencia la capacidad de que sea ella la que lleve las riendas de nuestra vida,  la que tome las decisiones, la que evalúe si algo nos conviene o no, la que valore donde se encuentra la Verdad y lo que es bueno o malo para nosotros.    Es el falso ídolo que hemos adorado durante tanto tiempo... que ahora debemos desaprender esa manera que hemos tenido de mirar a la Vida.   Por tanto, solo reconociendo donde está puesta nuestra mirada, se encuentra la Salvación.