Cuando ya no estés dispuesto a ocultar nada, no sólo estarás dispuesto a entrar en comunión, sino que entenderás también lo que es la dicha y la paz.
Escapar de la obscuridad comprende dos etapas: Primera, el reconocimiento de que la obscuridad no puede ocultar nada. Este paso generalmente da miedo. Segunda, el reconocimiento de que no hay nada que desees ocultar aunque pudieras hacerlo. Este paso te libera del miedo.
UCDM
COMENTARIO:
La obscuridad es un velo que se superpone a la Luz que somos. Estos velos son esas capas de pensamientos, emociones, creencias, etc, (ego) con las cuales nos hemos identificado. Con todas estas capas hemos conformado una identidad ilusoria a la que hemos llamado “yo”. Pero en el trasfondo, lo que somos, es Luz, Verdad, Amor, Paz. Todas esas capas no pueden apagar la Luz porque siempre está ahí aunque no la podamos Ver. Aunque tu mente esté hipnotizada por las ilusiones, lo que eres es eternamente libre. Si no reconocemos que somos esa Luz, estamos condenados a sufrir porque siempre estaremos a merced de lo que las voces del ego dictan. Pero si reconocemos, aunque sea por un instante, nuestra verdadera naturaleza, abrimos una brecha donde permitimos que la Verdad nos penetre. A medida que te dejas habitar por Ella, vas tomando la decisión de poner a la Luz todos esos obstáculos y de no querer que ninguno de ellos opaque la Verdad. Esto te libera del miedo.