martes, 27 de julio de 2021

Reconoce al Espíritu Santo en tu hermano. UCDM

 

Mira a tu hermano a través del Espíritu Santo en su mente y reconocerás al Espíritu Santo en la tuya. Lo que reconoces en tu hermano lo reconoces en ti; lo que compartes, lo refuerzas.

UCDM ( T.5, III, 3)

Mirar a tu hermano a través del Espíritu Santo es reconocer que lo que somos en profundidad no es un cuerpo o un conjunto de rasgos psicológicos. Eso no pasa por negar los sentimientos, los dolores, los sufrimientos. Es más, sólo la vulnerabilidad y fragilidad personales es también lo que nos humaniza y nos hace acercarnos al otro y a nosotros con verdadera compasión y amor.

Ser el Hijo de Dios no implica que tenga que pasar por esta experiencia humana dejando de lado a la misma, sino abrirme a ella, dejarme traspasar por ella, y reconocer su ilusión. Pero para eso no puedo mirar a otro lado, esconderme de la Vida, porque solo integrando todo lo que contiene, bueno y malo, bonito y feo me abro a la posibilidad de mirar al mundo y a mí misma de otra manera. Esa otra manera me invita a no cerrarme y rechazar nada. Todo ha de ser perdonado para darme cuenta de que Todos somos Espíritu o Consciencia y de que esto que llamamos Vida no es mas que un sueño fabricado por la mente.

Los acontecimientos me exhortan a encontrar continuamente a encontrar ese equilibrio que nos sitúa más allá de esos dos polos opuestos. Uno, considerarme Santo negando la experiencia humana, lo que me lleva a separarme del hermano. El otro, vivir la experiencia humana dándole realidad a la misma, lo que significa creer que que mis sentimientos, mi cuerpo y mis pensamientos son reales y deben ser arreglados. La Paz verdadera solo llega cuando se da una solución creativa a este conflicto. Esto nos conducirá al verdadero perdón de las ilusiones.