Solo en la quietud del Ser, la voz de Dios me habla. Simplemente, esa debería ser la práctica y el Arte que debería aprender aquí en este sueño . Así pues, Jesús nos recomienda que observemos con calma los pensamientos egoicos cuando estos se presenten para después descartarlos. Los descartamos porque no son reales, porque nada tienen que ver con nuestra verdadera naturaleza y por tanto, nos alejan de la verdadera Paz y la verdadera Dicha que emanan de nuestro Ser.