lunes, 5 de septiembre de 2022

A la Verdad se va en un vuelo

 “Permanezcamos muy quedos por un instante y olvidémonos de todas las cosas que hayamos aprendido, de todos los pensamientos que hayamos abrigado y de todas las ideas preconcebidas que tengamos acerca de lo que las cosas significan y de cúal es su propósito. Olvidémonos de nuestras propias ideas acerca del propósito del mundo, pues no lo sabemos.  Dejemos que toda imagen que tengamos acerca de cualquier persona se desprenda de nuestras mentes y desaparezca”.

T.31.I.12



Pareciera haber muchas voces en nuestra mente que nos impiden abrirnos a esa Paz que late en nuestro Ser profundo. Y aparecen miles de excusas aparentemente muy justificadas para que eso no ocurra. Quizá hoy no es un buen día para aquietarme porque tengo unos asuntos que están demandando mi energía. O puede ser que sienta que hay todavía hay algunas memorias o traumas que se han de sanar para poder permanecer en quietud. Todo eso que ocurre fuera o dentro, los compromisos, ocupaciones, conflictos,  emociones, pensamientos, etc, son esos testigos que nos invitan a tomar consciencia de la apertura de nuestra mente a la verdadera Quietud, más allá de imágenes y palabras. 

Pero quizá, simplemente podemos permanecer un momento observando, disponibles y receptivos, para que un rayo de Luz ilumine nuestra mente y disipe en ese instante Sagrado todas nuestras dudas, problemas y conflictos.