UCDM T.5.V.5.1-3
En el ámbito de la salud es muy fácil caer en la trampa de creer que la causa de nuestro sufrimiento es tal o cual enfermedad o dolor. Todo lo relacionado con nuestra supervivencia nos ata fuertemente a este sueño, pero cuando el cuerpo está en peligro se activan con mucha más fuerza todas nuestras defensas y resistencias.
Nuestro cuerpo es nuestro mayor ídolo y al que adoramos con más reverencia. En el curso de milagros parece que nos dice en esta cita, que al sanar nuestra mente, el cuerpo podría sanar. En otras citas nos deja claro que lo único que puede sanar es la mente,
Como la causa de la enfermedad no está en el cuerpo sino en la mente, lo que ocurre es que al sanar la mente, el cuerpo, que es algo neutro, un efecto, una proyección de la mente soñadora, es perdonado y sanado porque podemos mirarlo, aunque aparentemente pueda estar enferme, con la visión espiritual. Cuando nuestra mente sana, todo es sanado en nuestra mente y todo puede verse bajo la mirada purificadora de la Verdad. Entonces es cuando hemos sanado realmente.