jueves, 14 de diciembre de 2023

¿QUÉ ES EL PERDÓN SEGÚN UN CURSO DE MILAGROS?

 ¿QUÉ ES EL PERDÓN SEGÚN UCDM?



La palabra perdón genera mucha confusión cuando uno comienza a adentrarse en las enseñanzas de UCDM, ya que lo asociamos a algo así como absolver,indultar  a alguien que ha cometido un pecado o un error.  


Pero este concepto de perdón no tiene nada que ver con el perdón tal y como se concibe en las enseñanzas de UCDM.


Antes de comprender qué es el perdón, debemos entender la teoría o metafísica de este curso y el entendimiento que tiene de lo que es Dios,  la mente y el universo. 


Vamos a verlo resumidamente:


En el Comienzo hay Dios y Su Hijo, al que el Curso se refiere como Cristo. Quizás la característica más importante del Cielo es la idea de que Dios y Cristo son perfectamente uno. La unidad entre Ellos es la que caracteriza el estado del Cielo. Otra forma de decirlo es que la Mente de Dios y la Mente de Cristo son totalmente una. 


Hablar de dos seres, Dios y Cristo, es una formulación con la que nos sentimos cómodos en un mundo de dualidad o de separación. Sin embargo, no son términos que nunca se usarían en el Cielo. Nuevamente, Dios no se identificaría a Sí Mismo como Dios el Creador y la Fuente, y Cristo no se identificaría a Sí Mismo como el Efecto de Dios o Su creación. Una línea importante en el Libro de ejercicios dice: «…no hay ningún lugar en el que el Padre acabe y el Hijo comience como algo separado» (L-pI.132.12:4).



El Curso luego explica que lo imposible pareció suceder. En realidad, nunca sucedió, pero pareció suceder. En ese momento la “diminuta y alocada idea de estar separado de Dios pareció introducirse en la mente del Hijo de Dios”. (T-27.VIII.6:2) . Es la idea de que el Hijo de alguna manera ahora está separado de su Padre; tiene una mente, una voluntad, un yo separado e independiente de su Creador. Así que ahora puede observarse a sí mismo y experimentarse a sí mismo en relación con Dios.


Una vez que comenzó el sueño —un sueño de separación— el Hijo de repente comenzó a observarse a sí mismo como alguien diferente y separado de su Padre. Eso dio lugar a lo que podemos llamar la mente dividida (con «m» minúscula, para distinguirla de la Mente de Dios y Cristo). 


Un punto muy importante en UCDM nos dice que la separación, produce una enorme culpa al Hijo, y para remediarlo, la mente dividida crea un universo para proyectar esa culpa fuera de él.  Esta culpa por habernos separados de Dios es inconsciente y el trabajo de perdón lo que trata es de liberar esa culpa de nuestra mente, para eliminar el miedo y recobrar la Paz perdida. 


Es decir, que toda la realidad que percibo, el mundo, parece estar fuera de mi. Me siento un ser individual separado del resto.  Y  ocurren multitud de situaciones en las que parece que todo me pasa a mi. La gente me insulta, me hacen daño, no me respetan, etc.  Pero en realidad, es la mente soñando un sueño en donde creer estar separada de Dios. 


Visto ya este resumen de la teoría,  podemos decir que el perdón lo que trata es de de que nos demos cuenta de que el mundo no nos hace nada, no es causa de nuestro sufrimiento, la causa está en nuestra mente.  


Por ejemplo, si alguien me insulta y eso me genera un malestar, tengo que entender que , a través de  esa situación, lo que estoy haciendo es proyectar culpa inconsciente a través de esa situación.  Entonces, en lugar de ver a esa persona como la causa de mi sufrimiento, he de entender que es en mi mente donde está la causa de dicho sufrimiento.  Como dice la lección 281, “Nada, excepto mis propios pensamientos, me puede hacer daño”.   Esto nos hace tomar responsabilidad de nuestros problemas y dejar de ser víctimas de las circunstancias. 


El perdón no trata de cambiar la realidad de lo que percibimos sino que se trata de una decisión que puede tomar la mente para ver el mundo de otra manera.  Ver todo con los ojos del perdón es ver el mundo desde la visión espiritual, con una mirada inocente.



Por tanto el perdón, es la herramienta que utiliza este curso para que despertemos.  Por ello es importante leer la teoría y hacer las lecciones, pero la práctica del perdón es crucial para que esta práctica nos lleve a la Paz anhelada.


La forma que adopta  la práctica del perdón se compone de 3 fases, según Ken Wapnick.


  • Primero la causa debe ser identificada. Este es el primer paso. Identificas la causa del problema.  Tu crees que estás atrapado en un mundo, tú crees estar atrapado en una situación en la cual tú eres la víctima inocente, y que no tienes control sobre ello. El milagro te dice que la causa de tu angustia no está en tu cuerpo, no está en el mundo, no tiene nada que ver con la situación en la que te encuentras, no está en tus relaciones. La causa del mundo está en tu mente que ha elegido al ego como su guía en vez de al Espíritu Santo. Ese es el primer paso, identificar la causa.
  • Luego hay que dejarla ir. Este es el segundo paso. La dejas ir. El segundo paso es decirle NO al ego y afirmar: ya no es esto lo que quiero. Y decirlo de corazón, ¡decirlo en serio! En ese momento esto desaparece y el tercer paso ya está automáticamente ahí porque simplemente ha estado esperando por ti
  • De manera que pueda ser reemplazada. Este es el tercer paso. Así, el tercer paso ya ha ocurrido. Eso ha sido reemplazado. El Espíritu Santo no toma el tercer paso, Él es el tercer paso. Tú no tomas el tercer paso, simplemente lo aceptas. Tu no tienes que hacer nada con el ego excepto mirarlo y decir que esto no es algo real. Esa es la dulce sonrisa de la que el curso se refiere. Es tan increíblemente simple.                                                                                                        


Los primeros dos pasos en este proceso requieren tu cooperación. En otras palabras, tu tienes que decidir eso.El paso final no requiere de tu cooperación debido a que ya ha sido tomado. Tus imágenes han sido ya reemplazadas. El Espíritu Santo es el reemplazo de todas las imágenes de pecado, de culpa, de terror, de sufrimiento, de sacrificio, de victimización, de especialidad. Todo el dolor y sufrimiento que tu crees ver en el mundo, ya sea en el mundo en general o en tu vida personal, o tu círculo de amistades y familia, son simplemente la proyección al mundo, son las imágenes que has forjado en tu mente para reemplazar las imágenes de amor y la imagen de Cristo que es lo que tú eres. Al elegir mirarlas en vez de tomártelas en serio, ellas desaparecen, y por lo tanto han sido ya reemplazadas.Lo único que se requiere es tu pequeña dosis de buena voluntad, no mucha voluntad. Al tomar los primeros dos pasos te darás cuenta de que eso es así. Entenderás que el principio de la expiación simplemente ha estado siempre ahí, esperando por ti.


Esto es una total re-orientacion porque te das cuenta, una vez más, que el mundo del tiempo y del espacio sólo es una construcción de tu imaginación, y por lo tanto no tiene sentido alguno tratar de arreglarlo.




Ahora veamos algunas citas del curso  que nos pueden ayudar a clarificar lo que es el perdón.


La mayor dificultad a la que te enfrentas para poder perdonar realmente, es que todavía crees que tienes que perdonar lo que es verdad, no lo que es ilusorio. Consideras que el perdón es un vano intento de ignorar lo que se encuentra ahí y de pasar por alto lo que es verdad, lo cual es parte de un esfuerzo inútil por engañarte a ti mismo al querer hacer que una ilusión sea verdad. Este punto de vista tergiversado no hace sino reflejar el dominio que la idea del pecado todavía ejerce sobre tu mente tal como tú te consideras a ti mismo". L.134




Perdonar a través del Espíritu Santo consiste simplemente en mirar más allá del error desde un principio, haciendo que, de esta manera, nunca sea real para ti. T.9.IV,6


Te pido que hoy bendigas mi vista. Mi vista es el medio que tú has elegido para mostrarme mis errores y para poder ver más allá de ellos. Se me ha concedido poder tener una nueva percepción a través del Guía que Tú me diste, y, mediante Sus elecciones, superar la percepción y regresar a la verdad. Pido la ilusión que trasciende todas las que yo inventé. Hoy elijo ver un mundo perdonado en el que todo lo que veo me muestra la faz de Cristo. Y me enseña qué lo que contemplo es mío, y que nada existe excepto Tu santo Hijo. L. 269.1