martes, 6 de diciembre de 2016

Enamorarse del Silencio


La relación que una establece con el Silencio es como la de un amante.  El Silencio es siempre el amante fiel, en sus brazos sabes que es el único lugar donde sentirse segura y en paz.  Es por eso que como con los buenos amantes, una se va enamorando y cada vez más,  cae rendida a sus pies, y ya no quiere que la acunen otros brazos que aquellos.  Por eso una va dejando todo aquello que la aparta de El.  Sabe que en la zona pensante no hay felicidad ni nada que se le parezca.  Allí donde todo son pensamientos, recuerdos, fantasías, proyectos, esperanzas que no llevan nunca a ningún lado, cada vez se siente más asfixia, por eso cada vez buscamos con más ahínco ese espacio donde poder respirar el aire más puro. Y es por eso que el proceso hacia encontrarnos con nuestro amante amado, es a veces doloroso y se vive como un autosuicidio.  Porque en aquel lugar donde reina el yo no hay espacio para El.